Llegó la hora de los no fumadores. Ya se los ve entrando exultantes en los bares y restaurantes exigiendo las zonas libres de humo y gozando a las chimeneas humanas confinadas en cubículos herméticos de vidrio.
Esta reciente legislación generó y generará infinitas nuevas situaciones. Observemos algunas de ellas:
Ya se está pidiendo que los personajes famosos dejen de fumar en público para “no dar mal ejemplo”. ¿Se imaginan a Menotti, Lanata o Boggie el Aceitoso sin ese adminículo?
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Esos mismos fumadores empedernidos se opondrán a la medida con elocuentes declaraciones.
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Claro que, en pos de la salud pulmonar, el gobierno deberá superar algunas contradicciones e ir por
más.
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Se prohibirá cierto tipo de canciones.
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Muchos oportunistas harán interesantísimos negocios.
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Y en periodismo se prohibirán las cortinas de humo.
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